ser conscientes es serlo del tiempo, y de su fluir: el destino. Y saber esto es saber que el tiempo se acabará, es decir, imaginar la muerte. Frente a la certeza de la muerte, soñamos, imaginamos, paraisos donde no es asi, "La muerte es la madre de la belleza" escribió Wallace Stevens. Y todos los sueños, mitos, estructuras que levantamos entre nosotros y el caos, que son cosas construidas, deben por consiguiente ser destruidas. Y nos entregamos desesperados por la pérdida, a la alegria deliciosa y perecedora del momento: deseamos. todo deseo es, por supuesto, la esperanza de una satisfación imposible en la naturaleza de las cosas, un placer ilimitado; por lo tanto desear es empezar a desesperarse, a darse cuenta de que eseplacer tan esperado, a fin de cuentas, no es más que el delirio de nuestra flasa ilusión mortal: que el mundo es suficientemente amplio como para cumplir con la mente. Y de este modo nos refugiamos en nuestras historias. los sueños.
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